En la mitología inca, el mundo fue creado por Viracocha, quien emergió del lago Titicaca. A través de su poder divino, dio forma a la Tierra, el sol, la luna y los seres humanos. Su legado perdura en las leyendas y tradiciones de esta antigua civilización.
La cultura inca veneraba a una amplia variedad de dioses que representaban aspectos clave de la vida y la naturaleza. Desde el poderoso Inti, dios del sol, hasta Pachamama, la madre tierra, cada deidad tenía un rol importante en la cosmovisión inca.
El cuy, un pequeño roedor doméstico, se convirtió en una fuente alimenticia clave para los incas. Su carne era considerada una delicia y su piel se utilizaba para hacer ropa y adornos.
Para los incas, lo más valioso era el oro y la plata, los consideraban regalos de los dioses. También valoraban la sencillez, la sabiduría y el respeto hacia la naturaleza.
Imaginar un mundo en donde los españoles nunca hubieran invadido el Tahuantinsuyo es adentrarnos en un escenario completamente distinto al que conocemos. ¿Cómo habría evolucionado la cultura incaica sin la influencia europea? ¿Qué destinos habrían tomado las civilizaciones nativas de América sin la conquista española? La respuesta a estas incógnitas nos invita a reflexionar sobre los caminos alternativos que la historia pudo haber tomado.
Los incas crearon un vasto imperio que se extendía por gran parte de Sudamérica, un sistema de caminos impresionante, una arquitectura única como Machu Picchu y técnicas avanzadas de agricultura como terrazas. Su legado perdura hasta nuestros días.
Los antiguos incas veneraban al Sol como un dios supremo, debido a su importancia en la agricultura y en la vida cotidiana. Por esta razón, el inca era considerado como el hijo del Sol, ya que se creía que descendía directamente de esta divinidad.
Los descendientes de los incas mantienen viva su cultura milenaria en las montañas de los Andes. Aunque han adaptado algunas costumbres a la vida moderna, conservan su conexión con la tierra y sus tradiciones ancestrales.
Antes de los incas, la civilización que dominaba los Andes era la de los Tiahuanaco, destacados por su arquitectura monumental y su avanzado conocimiento en ingeniería. Su legado perdura hasta hoy en ruinas como las de Tiwanaku, en Bolivia.
Los incas poseían una riqueza invaluable tanto en recursos naturales como en arte y arquitectura. Su imperio fue rico en alimentos, oro y plata, además de contar con impresionantes construcciones como Machu Picchu.
